El panel sándwich es el producto estrella de los cerramientos metálicos, ya que a pesar de su ligereza respecto con otros materiales constructivos (a partir de 10 kg/m2) aporta gran resistencia térmica y acústica a los edificios.

Se compone de dos chapas de acero con un núcleo de aislamiento que varía en material y espesor según tus necesidades. Dicho aislamiento puede ser de espuma de poliuretano rígida o de lana de roca y los espesores oscilan entre 30 y 100 milímetros en espuma y de 50 a 120 milímetros en lana de roca, dependiendo del grado de aislamiento que se quiera conseguir.

La estética y versatilidad de este material lo hace ideal para cubiertas industriales, ya que con su perfil plano facilita la transitabilidad para realizar mantenimientos en la cubierta y así alargar la vida de la misma, así como la colocación de instalaciones necesarias para el usuario (placas fotovoltaicas, aire acondicionado, conductos de ventilación, etc.).

Las cubiertas de chapa grecada son las más económicas en el sector del cerramiento metálico. Esto es porque únicamente se busca la estanqueidad en la cubierta, no se aporta aislamiento ni térmico ni acústico.

Al tratarse de cubiertas de una única chapa trapezoidal (recordemos que el panel sándwich, por ejemplo, dispone de dos chapas), la carga de las correas o bigas se ve reducida considerablemente por la gran ligereza del material. Además, al estar perfilada obtiene mucha rigidez y puede llegar a soportar más de 500kg.

Aunque se trate de una única chapa también podemos elegir diferentes acabados de esta para ajustarla a nuestras exigencias. La altura de la greca o el espesor de la placa para aumentar la resistencia mecánica y rigidez, el color exterior para conseguir una estética adecuada para el entorno, el tipo de material: generalmente son de acero, pero también podemos instalar chapas de aluminio, protección para entornos de alta corrosión (zonas agropecuarias, por ejemplo), etc.

Las cubiertas formando sándwich in situ son una fusión de las cubiertas de panel sándwich y las de chapa, ya que se componen de dos chapas grecadas (como las de las cubiertas de chapa simple) pero en medio de estas se coloca un aislamiento a elección del consumidor, asemejándose, así, a las cubiertas de panel (dos chapas y material aislante en medio).

Este tipo de cerramiento lo encontramos, principalmente, en cubiertas de chapa curva, ya que así le incorporamos el aislante del que carece la chapa simple. Aunque también se puede instalar en cubiertas inclinadas planas sin ningún tipo de inconvenientes.

Se dispone de gran variedad de acabados para este tipo de instalación. Desde el espesor de las chapas, el color de estas (se puede elegir que dentro del edificio se vea de un color y en el exterior otro diferente), la protección del prelacado para soportar entornos de fuerte corrosión, el perfil de la chapa (para que la greca sea más alta, o menos), el tipo de aislamiento (lana de roca o fibra de vidrio), etc.